"Yo Sinuhé, hijo de Senmut y de su esposa Kipa, he escrito este libro. No para cantar las alabanzas de los dioses del país de Kemi, porque estoy cansado de los dioses. No para alabar a los faraones, porque estoy cansado de sus actos. Escribo para mí solo. No para halagar a los dioses, no para halagar a los reyes, ni por miedo del porvenir ni por esperanza. Porque durante mi vida he sufrido tantas pruebas y pérdidas que el vano temor no puede atormentarme y cansado estoy de la esperanza de la inmortalidad como lo estoy de los dioses y de los reyes. Es, pues, para mí solo para quien escribo, y sobre este punto creo diferenciarme de todos los escritores pasados o futuros."La historia de Sinuhé es verídica. Sinuhé fue un oficial egipcio de la 12da dinastía (1938-1756 AC) quien escapó de Egipto para refugiarse en Siria. Su biografía brindó valiosos datos sobre las condiciones políticas y sociales de la época.
Sinuhé fue un oficial del harén mantenido para Amenemhet I por su reina. Durante una expedición en Libia, se enteró del asesinato de su rey (1908 AC) y se exilió, bien por miedo o por complicidad. Intentó viajar hacia el sur pero el viento lo desvió hacia el norte cuando cruzaba el Nilo, y arribó a Palestina. Después de mucho errar por Palestina y por Líbano, fue invitado a establecerse con un rey del sur de Syria, quien lo adoptó y casó con su hija mayor. En esas tierras Sinuhé formó una familia y se transformó en un verdadero patriarca.
El faraón Sesostris I lo invitó a retornar a Egipto, oferta que Sinuhé aceptó gustosamente. El rey perdonó sus crímenes, hayan existido o no, y lo recibió con costosos regalos; luego Sinuhé se casó en su tierra, mientras el faraón ordenaba la construcción de una lujosa tumba para él. La biografía de Sinuhé sobrevivió como una leyenda popular, pero datos externos demuestran que fue real.
Tomando esta historia como base, la novela se desarrolla en otro tiempo, 1300 AC, y cuenta la historia de un médico egipcio que recorre el mundo entonces conocido: los reinos sirios, la Babilonia decadente, la Creta anterior a la Hélade... La impecable autenticidad de la reconstrucción histórica, la personalidad entrañable de Sinuhé y la inagotable capacidad de Waltari de introducir al lector en el lugar del relato, tejen uno de los más bellos y célebres relatos del siglo pasado.
Sinuhé fue un oficial del harén mantenido para Amenemhet I por su reina. Durante una expedición en Libia, se enteró del asesinato de su rey (1908 AC) y se exilió, bien por miedo o por complicidad. Intentó viajar hacia el sur pero el viento lo desvió hacia el norte cuando cruzaba el Nilo, y arribó a Palestina. Después de mucho errar por Palestina y por Líbano, fue invitado a establecerse con un rey del sur de Syria, quien lo adoptó y casó con su hija mayor. En esas tierras Sinuhé formó una familia y se transformó en un verdadero patriarca.
El faraón Sesostris I lo invitó a retornar a Egipto, oferta que Sinuhé aceptó gustosamente. El rey perdonó sus crímenes, hayan existido o no, y lo recibió con costosos regalos; luego Sinuhé se casó en su tierra, mientras el faraón ordenaba la construcción de una lujosa tumba para él. La biografía de Sinuhé sobrevivió como una leyenda popular, pero datos externos demuestran que fue real.
Tomando esta historia como base, la novela se desarrolla en otro tiempo, 1300 AC, y cuenta la historia de un médico egipcio que recorre el mundo entonces conocido: los reinos sirios, la Babilonia decadente, la Creta anterior a la Hélade... La impecable autenticidad de la reconstrucción histórica, la personalidad entrañable de Sinuhé y la inagotable capacidad de Waltari de introducir al lector en el lugar del relato, tejen uno de los más bellos y célebres relatos del siglo pasado.
Recomendado por Ginés Martínez
Su autor: Mika Waltari
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